Significado y magnitud del Nuevo Año Chino.

El Año Nuevo Chino, también conocido en China como la Fiesta de la Primavera o como Año Nuevo Lunar en occidente, es la celebración tradicional más relevante del año calendario chino, festejado también en otros países del este de Asia.

Estipulado en el calendario lunisolar,  utilizado tradicionalmente en China, los festejos comienzan el primer día del primer mes lunar y terminan el día quince, cuando se realiza el Festival de los faroles.

Durante este periodo, se produce la más voluminosa migración humana del planeta dentro de los límites de China. El “movimiento de primavera” se genera por el desplazamiento masivo, durante más de un mes, de millones de personas viajando a sus lugares de origen para celebrar las fiestas con sus familias.

Si bien, la celebración en sí misma es de 15 días, para facilitar el proceso de migración y descongestionar el transporte ante semejante movilización masiva, se les otorga a los trabajadores de las fábricas un periodo de vacaciones completo de 30 días.

Durante los 30 días de vacaciones la mayoría de las fábricas cierran sus instalaciones y paralizan sus operaciones y procesos. La organización de las mismas se encuentra con una dificultad añadida porque una vez finalizado el receso muchos trabajadores no regresan a sus empresas originales ya que aprovechan la oportunidad para cambiar de compañía o de sector.

¿Cuál es el impacto  del Año Nuevo Chino en los  tiempos de producción?

Los tiempos de producción son generalmente más largos durante el período del Año Nuevo Chino.

Son más largos antes, durante la celebración y sobre todo después de la misma ya que en su transcurso los proveedores chinos siguen recibiendo órdenes de compras y el regreso del personal a la fábrica es gradual y en la mayoría de las veces incompleto.

Factores que influyen en los tiempos de producción.

Planificación de la producción por parte de la fábrica.

Este es uno de los factores más importantes que diferencian a las fábricas que tienen experiencia y están bien organizadas de las que no lo están. A través de una buena planificación de la producción y de las adquisiciones de materias primas se pueden minimizar sustancialmente los retrasos durante este período.

La cartera de pedidos de la fábrica.

Este factor es difícil de medir para un importador, pero es indudable que los retrasos también dependen del tamaño de la cartera de pedidos de la fábrica durante este período y de su capacidad de producción.

Número de componentes / Materias primas.

Los productos complejos que tienen un gran número de componentes o accesorios o materia prima especial, tienden a tener mayores retrasos; especialmente después de la celebración del Año Nuevo Chino.

La complejidad del proceso de producción es también un factor a tener en cuenta ya que los trabajadores con mayor experiencia y bagaje técnico, el personal más cualificado, comienzan sus vacaciones antes y vuelven después. Incluso, muchos de ellos aprovechan para cambiar de fábrica en busca de mejores condiciones económicas y laborales.

La evaluación de los defectos y la actitud de la fábrica hacia ellos.

El mayor número de defectos, así como la actitud de la fábrica hacia la evaluación y reparación de los mismos,  afectan los tiempos de producción. Las fábricas con buen control de calidad y un compromiso a largo plazo tomarán  tiempo extra para reparar o reelaborar los productos defectuosos.

Naturalmente, la cantidad de productos con fallos es más alta durante este período por la misma razón que explicaba en el punto anterior respecto del personal cualificado y porque la atención de la fuerza laboral remanente está más focalizada en las vacaciones que en la propia tarea.

Capacidad Financiera y flujo de fondos de la fábrica.

Las fábricas con buen “Cash Flow”  o “flujo de fondos” están en mejores condiciones de comprar sus materias primas antes del comienzo de la festividad y después de ella, aun cancelando todos sus compromisos contractuales, gastos, salarios, pagas extras, etc..

Esto les permite ser capaces  no sólo de seguir adelante con la producción de los pedidos ya pagados antes del período de receso, sino también poder afrontar la realización de los pedidos recibidos durante el tiempo mencionado con celeridad y sin interrupciones.

Esto significa que realizada correctamente esta provisión desaparece la posibilidad de los retrasos causados por la compra tardía de materias primas.

Tamaño de la fábrica y su depósito.

En el “Just in Time” del  mundo de la fabricación no se necesitan grandes almacenes. Sin embargo, las fábricas que sí los tienen pueden almacenar materias primas y productos estandarizados para hacer frente a este período del año con mayor tranquilidad.

Priorización de pedidos.

Desde dos meses antes de la celebración del Año Nuevo Chino las fábricas trabajan  bajo la presión de los compradores que quieren estar seguros de que sus productos puedan ser despachados de China en el plazo acordado.

Si bien la mayoría de las buenas fábricas son honestas, siempre hay excepciones. A veces los proveedores saben que cumplir la fecha de entrega no será  posible pero como no quieren perder los nuevos pedidos prometen la entrega igual.

Existe también el caso de aquellas fábricas que aceptan los pedidos con la convicción de poder realizar las entregas, pero que se retrasan al tener que cumplir con pedidos urgentes de sus grandes clientes de mayor prioridad.

Criterios de priorización de órdenes.

En un mundo ideal y justo, el que llega primero debería ser el primero en ser atendido. Sin embargo, la  orden de llegada no es un elemento importante en las fábricas. Algunos de los factores que influyen en la priorización de las órdenes en las fábricas son:

Comprador nuevo Vs. Comprador habitual.

Las fábricas  suelen dar prioridad a los “compradores habituales” por sobre los “compradores nuevos”.

Poder De Compra.

Un importante volumen de compra influye para que esas órdenes lleguen primero a la línea de producción cuando los plazos son muy ajustados. Los grandes compradores siempre tienen preferencia.

La presencia local.

El hecho de que un comprador tenga una representación local es de gran ayuda para ejercer presión en cuanto a los tiempos de entrega. La presencia local puede ser a través de la oficina de compra propia o a través de una empresa que represente sus intereses.

Relación con la fábrica.

Aunque no es tan importante como algunos de los factores mencionados anteriormente, la relación con la fábrica a menudo puede ser un factor determinante cuando se trata de elegir entre dos órdenes similares. La cultura empresarial china es en gran medida una cultura de relaciones y las cenas con los responsables de las fábricas valen la pena en esta época del año.

¿Cuál es el impacto  del Nuevo Año Chino en la calidad del producto?

En el período justo antes y después del Año Nuevo Chino es cuando surgen la mayor cantidad de problemas de calidad.

Razones que producen problemas de calidad.

Débil control de calidad interno.

Durante este tiempo, las fábricas están bajo la presión de los compradores para cumplir los plazos de producción, mientras que los trabajadores están tratando de maximizar los ingresos que pueden llevar a sus hogares. Ésta es una combinación peligrosa, ya que a menudo conduce a un laxo control de calidad interno.

Nuevos Trabajadores.

Una gran proporción de los trabajadores de las fábricas son contratados para esta época del año para compensar la pérdida de los más experimentados y habituales.  Esto significa que muchos de ellos no están completamente capacitados para la fabricación de los productos, lo que genera problemas de calidad.

Subcontratación.

Algunas de las fábricas más grandes, a fin de satisfacer la demanda de fabricación subcontratan  a fábricas más pequeñas. Esto puede conducir a graves problemas de calidad ya que estas últimas no siempre tienen los sistemas y procesos de garantía de calidad que posee la fábrica original, previamente cualificada y certificada por el comprador.

Problemas de calidad sin detectar.

Debido a las cuestiones mencionadas anteriormente, los problemas de calidad se encuentran a menudo durante la “inspección pre-embarque”. Sin embargo, no hay tiempo suficiente para solucionarlos, ya que esto significaría retrasar el envío. En tales casos, el cliente tiene que tomar la difícil decisión entre aceptar los “problemas de calidad” y embarcar el producto,  repararlo en destino si es posible, esperar hasta después de la celebración para que el proveedor repare el problema o vuelva a reelaborar el modelo o cancelar el modelo definitivamente.

Conclusión.

Como pueden apreciar, la magnitud del impacto del Nuevo Año Chino en las producciones es muy importante. Por lo tanto,  se deben tomar todas las precauciones necesarias por parte del proveedor y también por parte del comprador para reducir su efecto nocivo sobre la programación de las producciones y su calidad. En este sentido, me han parecido tan buenas las apreciaciones de mi colega Ashish Monga que las he tenido en cuenta y he publicado este artículo con 3 meses de anticipación; a fin de que podamos planificar la situación, minimizar los riesgos y reducir el impacto en nuestras producciones.

¡Hasta el próximo post!

Inestabilidad en las fábricas de China.

Los bufetes de abogados y todos aquellos profesionales que prestan servicios legales a las empresas extranjeras que operan en China, atienden llamadas o correos electrónicos de sus clientes porque éstos han recibido, desde su proveedor chino, un producto que tiene problemas de calidad, es diferente al previamente aprobado o no lo han recibido en la fecha pactada. Recurrentemente,  la respuesta es la misma: “no hay nada que podamos hacer por ustedes”.

Hasta cierto punto, a los profesionales del derecho y a los terceros involucrados con la empresa en cuestión, les resulta ventajoso culpar a la víctima en estas situaciones. Normalmente los abogados, cómodamente, pueden alegar que deberían haberlos llamado antes de comenzar a tener problemas y de esa manera, podrían haberlos evitado.

Pero, ¿qué pasa cuando una empresa china, socia o proveedora,  de repente quiebra o desaparece?  ¿Cómo puede el comprador occidental ser responsable de esto?.

¿Qué pasa cuando  la fábrica china quiebra?

Con los actuales cambios económicos y sociales que se están produciendo en China existe cierta  inestabilidad en sus fábricas y muchas de ellas no gozan actualmente de buena salud económica- financiera.

Normalmente, cuando una fábrica china quiebra, las consecuencias y los problemas derivados de ello recaen sobre el comprador extranjero.

Dada la actual situación de inestabilidad, me puse a buscar y analizar cómo tratan estas cuestiones los  profesionales del derecho que tienen experiencia en China y encontré una enumeración muy racional, adecuada a la situación actual y que aplicada nos podría ayudar a evitarnos los graves  problemas derivados de la quiebra de nuestro proveedor.

Esta enumeración, que transcribo a continuación, del artículo de D. Harris titulada “Las seis reglas del Due Diligence en China” creo que puede ser tenida en cuenta, no solo por inversores que buscan un socio chino, sino también por los compradores, a la hora de evaluar a sus futuros proveedores.

1. Acércate a la empresa como lo haría un cliente potencial local. De esta forma podrás  ver lo que los clientes locales de China ven. Por otra parte, están generalmente menos dispuestos a correr riesgos legales en su mercado de origen (China) de lo que lo estarían en Europa o América.

En otras palabras, investiga a tu futuro proveedor chino desde el ámbito local y deja en manos de tus colaboradores o personas de confianza chinos la investigación. Sus puntos de vista y conclusiones pueden ser muy importantes.  

2. Toma “con pinzas” las presentaciones de la compañía. En un país donde una gran cantidad de gerentes ganan menos de $500 por mes, no es difícil para una empresa sin escrúpulos comprar la lealtad de alguien por lo que dura una llamada telefónica o una reunión. Debes confiar en tus propias redes de contactos para ayudarte a entender a la empresa y a la industria. Si no tienes esas redes, lamentablemente, no debes tomar la decisión de invertir en China por ti mismo.

3. Trata de construir tu propio escenario de fraude, ponte en lugar del posible defraudador. En algún momento de la evaluación de cada inversión o proveedor, debes detenerte y pensar cómo podría organizarse todo lo que te ha presentado la empresa. Es bueno para los inversionistas o clientes poner en práctica este proceso para ser menos crédulos. Más importante aún, este tipo de pensamiento deja claro cómo simples medidas (por ejemplo, pintura en maquinaria vieja) puede ser muy eficaz para engañar a un inversor o futuro cliente crédulo.

4. Olvídate del papel. Céntrate en las operaciones. En China se puede comprar cualquier tipo de documento, incluso oficial. Es difícil de entender por qué los inversores ponen tanta fe en los estados bancarios, facturas y contratos. El mundo de los negocios en China está lleno de historias de estados de cuentas bancarias falsificadas y otros documentos que conducen a ofertas desastrosas. Desafortunadamente, la mayoría de los auditores aplican el manual de auditoría de los sus países de orígenes – la revisión de documentos, y tomándolos por su valor nominal, al pie de la letra.

En vez de esto, tienes que mirar la propia operación.

¿Cuándo será la entrega, cuánto material se mueve dentro y fuera de la fábrica, la oficina parece ser un hervidero de actividad? ¿Cuánto es el número de empleados que puedes contar? ¿Cuántos metros cuadrados tienen las instalaciones?

Todas estas son preguntas básicas en las que debes pensar cuando visitas el sitio. Y vale la pena visitarlo dos o tres (o más) veces – un buen estafador puede montar un espectáculo, pero es poco probable que sea capaz de hacerlo de la misma manera cada vez. Debes estar atento a las diferencias sutiles. En última instancia, si no puedes encontrar una buena manera de medir las ventas o la productividad de la empresa (como en el caso de una empresa de servicios), piénsalo cuidadosamente antes de proceder a la inversión.

5. Habla con los competidores. Los competidores son  empresas reales, y por lo general pueden decir una de dos cosas acerca de un competidor fraudulento – ya sea que son oscuros o pocos conocidos (a veces el “competidor ” sólo ha escuchado acerca de la compañía por primera vez); o, saben que es un fraude.

Muchos competidores se muestran reacios a hablar abiertamente al principio sobre un competidor fraudulento si saben que usted es un inversionista potencial de  esa empresa. Sin embargo, si eres un cliente potencial que está haciendo compras a un proveedor, puede ser una historia diferente.

6. No delegues a ciegas y si lo haces debes  asegurarte de  hacerlo en el profesional y persona correcta.

Una gran cantidad de inversores y compradores con experiencia en China tienen historias sobre subordinados que se aliaron con la empresa o proveedor evaluado con el objetivo de intentar defraudar a propio inversor o cliente.

Riesgo cero.

De acuerdo, prosigue D. Harris, ya tenemos las reglas a seguir que nos ayudarán a tomar nuestras previsiones pero ¿qué pasa con la situación en la que la empresa occidental ha hecho todo lo expuesto anteriormente y su fábrica china quiebra y sin previo aviso sus propietarios desaparecen de la noche a la mañana?

Hacer lo anterior no ayudará en absoluto con esa situación, ¿no?

Pues sí, claro que ayudará.

Cuando esto ha ocurrido a sus clientes, las dos veces que tuvieron muy buenos contratos pudieron ir a las fábricas de China y llevarse el producto elaborado por el que ya habían pagado, mientras que otro producto había sido confiscado por el Gobierno para ser usado en el pago de los empleados.

Pero también admitió que, incluso en las dos situaciones anteriores sus clientes no pudieron recuperar el 100% de lo comprado, pues en ambos casos la fábrica china sólo había producido alrededor de la mitad del producto por el que se había pagado. Obviamente, terminaron perdiendo dinero en el otra mitad y, más importante aún, tuvieron problemas de rotura de stock sobre esos productos – y en ambos casos- en temporada alta.

¿Podría  haberse evitado esta situación?

Creo que la respuesta es sencilla y bastante en línea con lo que las empresas occidentales pueden hacer: monitorear constantemente sus fábricas chinas en busca de signos de problemas.

Entiendo, por supuesto, que este tipo de respuesta está muy bien en un seminario, pero ¿qué significa en la vida real ? ¿en nuestro día a día empresarial?

Como ya dijimos, actualmente y por diferentes tipos de razones más y más fábricas en China están cerrando sus puertas. Las fábricas chinas  están normalmente abiertas un día y quiebran al día siguiente, casi siempre sin ningún tipo de aviso. Lo más importante es establecer y controlar  los siguientes tres indicadores. Ellos nos permitirán monitorear si tu fábrica de China está o no en  problemas.

Espacio no utilizado / capacidad ociosa.

Incumplimientos reiterados de los plazos de entrega.

Conflictos con el personal y despidos.

A estos indicadores debemos sumarles los “rumores de pasillo” o “rumores de máquina de café” en occidente o “rumores de mesa de té” en China,  que puedan traernos nuestros propios empleados, que están en contacto con las fábricas, product managers, controladores de calidad, etc..

Una cosa más a la que siempre hay que estar atento es a los cambios de las leyes, tanto sea la legislación china que se aplica directamente sobre las fábricas ( leyes medioambientales) o las concernientes a los cambios demográficos y sociales ( ley del suelo, zonas de uso  público, etc.) que puedan afectar a la fábrica, su localización, su entorno, su logística, sus permisos, etc..

Conclusión.

La externalización de tu producto a China nunca será sin riesgos, pero mientras más proactivo seas en reducir esos riesgos, mejores serán tus probabilidades de prevenir los problemas.

Y si aun así, no has podido evitar esta situación ponte en manos de tu persona y colaborador de confianza local para que se informe de la situación por sus canales y lleve la negociación adelante con tu control. Por experiencia te digo, que no puedes darte una idea de lo efectiva que pueden llegar a ser las negociaciones entre los mandos intermedios de ambas partes, si se encuentra, del lado de la fábrica quebrada, a la personas idónea y se identifica sus intereses.

Esta persona es clave porque si tiene una posición medio relevante en la organización nos irá informando del proceso de primera mano, sabe dónde están localizados nuestras producciones y los materiales que aún no se han utilizado, puede tener acceso a los documentos de exportación originales que no se nos hayan entregado durante el transcurso, entre otras importantes cuestiones.

El tener acceso a esta información nos posiciona con muchísima ventaja con respecto a otros damnificados y con respecto a las autoridades en pos de negociar lo más rápido y efectivamente posible.

Espero que entre todos “hagamos más fácil el aprovisionamiento textil en Asia.”

Saludos!